LA SIGUIENTE NOTA DATA DEL AÑO 1999 (MAS O MENOS), Y FUE PUBLICADO EN EL PERIODICO SECULAR PRIMERA LINEA. DONDE NOS DA UN PANTALLAZO DE LO QUE ERAN EL MOVIMIENTO DEL PASTOR FERNANDO GALLEGOS EN SUS COMIENZOS. INTERESANTE PARA QUE VAYAMOS CONOCIENDO LAS RAICES QUE QUIEN NOS ESTARA ACOMPAÑANDO EN EL MES DE JULIO. PASTO NALDO
Movimiento Evangélico Despreciado y Desechado: las ovejas negras al lado de Dios (CHILE) Por: Marlen Jorquera. Fuente: PrimeraLínea (PERIODICO SECULAR)
Punkies, trash, metaleros, hip hoperos. Todo se acepta, todo se repara. Esa es la consigna de los integrantes del Movimiento Evangélico Despreciado y Desechado, que tiene más de cuatro años y cerca de 300 adeptos en el país. Ahora sienten su oportunidad para devolverle la mano al mundo, pero con amor y respeto.
Amén. La pastora se dirige a un público de más de cincuenta jóvenes. 'Todos llegamos
aquí con heridas, chiquillos', dice mientras algunos replican con otro ¡Amén Jesús, Dios Padre! La pastora hace que todos los presentes se involucren activamente en las lecturas. La Biblia es hojeada una y mil veces por el público, de capítulo en versículo, de versículo en capítulo. Viene la oración por los que llegan al movimiento por primera vez y los que simplemente sienten que lo necesitan. ¡Amén! Después de este emotivo instante de llantos y reconocimiento de culpas, viene la música. Rock cristiano para todos. ¡Aleluya! Termina la prédica y los que alguna vez se sintieron despreciados y desechados por la sociedad se van en paz a sus casas, se van contentos, 'en el gozo del Señor', como dicen ellos.
Punkies, trash, metaleros, góticos, rastafaris, hip-hoperos se unen en este difícil camino de predicar el Evangelio ante un mundo incrédulo. Más de 150 personas componen el Movimiento Despreciado y Desechado en Santiago, que reúne mayoritariamente a jóvenes de 15 a 25 años. Creado hace más de cuatro años por el pastor Fernando Gallego, el movimiento también ha captado a más de 70 adeptos en Antofagasta.
Gallego llegó a Dios como uno más de los despreciados y desechados. A sus 37 años mira hacia atrás y recuerda pasajes negros de su vida, que comienzan con las 'juntas' con sus amigotes trash en el Paseo Las Palmas durante el '85.
-Ahora puedo ver que cometí muchos errores... me ponía una careta ante los demás, pero tenía un gran vacío. No era drogadicto ni mucho menos, tomaba mi cerveza por ahí... pensaba que lo tenía todo y que estaba bien con mi vacilón, pero cuando me miraba a mí mismo y pesaba mi corazón, sabía que no era nada. Nunca me había metido a una iglesia, nunca había leído la Biblia, para mí Dios no existía. Dios era yo mismo, porque yo trabajaba y sustentaba a mi familia. Pero el único que sació mi hambre fue Jesucristo.
¿Dios metido en el heavy-metal? ¿Por qué no? 'El es más loco que todos nosotros juntos'. Y así fue como Fernando conoció al Señor.
-Yo pensaba que había que dejar muchas cosas para seguirlo, mi forma de vestir y mi música. Era como hacerse un lavado de cerebro para buscarlo. Un día fui al concierto de la banda de rock cristiano Azeta. La letra de una canción decía que a pesar de que le hemos dado vuelta la espalda, Jesús nos ama como somos. Eso me quebrantó, porque pude entender que había un ser que me aceptaba tal cual. Mis padres no me aceptaban porque siempre decían 'mira esa tarrería que te gusta, córtate ese pelo'.
Fernando cambió las cruces al revés por la Biblia. Las poleras negras, los jeans desgastados y el look de trash lo sigue manteniendo, porque en su corazón sigue siendo un trash, pero convertido.
Comenzó a asistir a las prédicas de la Capilla Calvario. Ahí era uno más entre varios rockeros que de vez en cuando organizaban conciertos para enganchar a más jóvenes, quienes al momento de ir a la iglesia se les iban 'como agua entre los dedos”.
-No los podíamos retener. Ellos nos decían que les habíamos vendido la pomada, porque veían otro tipo de gente. En ese minuto me di cuenta que había que tener un lugar especial para ellos. Y levantamos el movimiento. Yo les digo vengan así como están chiquillos, Dios los ama como son. Nada tienen que dejar para seguirlo. Si son drogadictos o alcohólicos, ¡no importa compadre!, ven con todo a buscarlo, Dios hará un trabajo en ti, no yo.
EL LLAMADO
'Aprended de mí, que soy manso y humilde de corazón, y hallaréis descanso para vuestra alma'.
En una de sus lecturas de la Biblia, Fernando vislumbró la misión que se le venía encima. Y a los 33 años se hizo pastor. Después de pasar por pequeños percances con la Capilla Calvario donde fundó el Ministerio de los Rockeros, Gallego decidió separarse y fundar el Movimiento Despreciado y Desechado, que partió con ocho personas.
El principal atractivo de la corriente es que el pastor acepta a su rebaño tal
cual. Descarriado, incrédulo, rockero, como venga.
Movimiento Evangélico Despreciado y Desechado: las ovejas negras al lado de Dios (CHILE) Por: Marlen Jorquera. Fuente: PrimeraLínea (PERIODICO SECULAR)
Punkies, trash, metaleros, hip hoperos. Todo se acepta, todo se repara. Esa es la consigna de los integrantes del Movimiento Evangélico Despreciado y Desechado, que tiene más de cuatro años y cerca de 300 adeptos en el país. Ahora sienten su oportunidad para devolverle la mano al mundo, pero con amor y respeto.
Amén. La pastora se dirige a un público de más de cincuenta jóvenes. 'Todos llegamos
aquí con heridas, chiquillos', dice mientras algunos replican con otro ¡Amén Jesús, Dios Padre! La pastora hace que todos los presentes se involucren activamente en las lecturas. La Biblia es hojeada una y mil veces por el público, de capítulo en versículo, de versículo en capítulo. Viene la oración por los que llegan al movimiento por primera vez y los que simplemente sienten que lo necesitan. ¡Amén! Después de este emotivo instante de llantos y reconocimiento de culpas, viene la música. Rock cristiano para todos. ¡Aleluya! Termina la prédica y los que alguna vez se sintieron despreciados y desechados por la sociedad se van en paz a sus casas, se van contentos, 'en el gozo del Señor', como dicen ellos.Punkies, trash, metaleros, góticos, rastafaris, hip-hoperos se unen en este difícil camino de predicar el Evangelio ante un mundo incrédulo. Más de 150 personas componen el Movimiento Despreciado y Desechado en Santiago, que reúne mayoritariamente a jóvenes de 15 a 25 años. Creado hace más de cuatro años por el pastor Fernando Gallego, el movimiento también ha captado a más de 70 adeptos en Antofagasta.
Gallego llegó a Dios como uno más de los despreciados y desechados. A sus 37 años mira hacia atrás y recuerda pasajes negros de su vida, que comienzan con las 'juntas' con sus amigotes trash en el Paseo Las Palmas durante el '85.
-Ahora puedo ver que cometí muchos errores... me ponía una careta ante los demás, pero tenía un gran vacío. No era drogadicto ni mucho menos, tomaba mi cerveza por ahí... pensaba que lo tenía todo y que estaba bien con mi vacilón, pero cuando me miraba a mí mismo y pesaba mi corazón, sabía que no era nada. Nunca me había metido a una iglesia, nunca había leído la Biblia, para mí Dios no existía. Dios era yo mismo, porque yo trabajaba y sustentaba a mi familia. Pero el único que sació mi hambre fue Jesucristo.
¿Dios metido en el heavy-metal? ¿Por qué no? 'El es más loco que todos nosotros juntos'. Y así fue como Fernando conoció al Señor.
-Yo pensaba que había que dejar muchas cosas para seguirlo, mi forma de vestir y mi música. Era como hacerse un lavado de cerebro para buscarlo. Un día fui al concierto de la banda de rock cristiano Azeta. La letra de una canción decía que a pesar de que le hemos dado vuelta la espalda, Jesús nos ama como somos. Eso me quebrantó, porque pude entender que había un ser que me aceptaba tal cual. Mis padres no me aceptaban porque siempre decían 'mira esa tarrería que te gusta, córtate ese pelo'.
Fernando cambió las cruces al revés por la Biblia. Las poleras negras, los jeans desgastados y el look de trash lo sigue manteniendo, porque en su corazón sigue siendo un trash, pero convertido.
Comenzó a asistir a las prédicas de la Capilla Calvario. Ahí era uno más entre varios rockeros que de vez en cuando organizaban conciertos para enganchar a más jóvenes, quienes al momento de ir a la iglesia se les iban 'como agua entre los dedos”.
-No los podíamos retener. Ellos nos decían que les habíamos vendido la pomada, porque veían otro tipo de gente. En ese minuto me di cuenta que había que tener un lugar especial para ellos. Y levantamos el movimiento. Yo les digo vengan así como están chiquillos, Dios los ama como son. Nada tienen que dejar para seguirlo. Si son drogadictos o alcohólicos, ¡no importa compadre!, ven con todo a buscarlo, Dios hará un trabajo en ti, no yo.
EL LLAMADO
'Aprended de mí, que soy manso y humilde de corazón, y hallaréis descanso para vuestra alma'.
En una de sus lecturas de la Biblia, Fernando vislumbró la misión que se le venía encima. Y a los 33 años se hizo pastor. Después de pasar por pequeños percances con la Capilla Calvario donde fundó el Ministerio de los Rockeros, Gallego decidió separarse y fundar el Movimiento Despreciado y Desechado, que partió con ocho personas.
El principal atractivo de la corriente es que el pastor acepta a su rebaño tal
cual. Descarriado, incrédulo, rockero, como venga. -Jesús mismo dijo, “venid a mí tal como estéis, angustiados, con problemas, así como estéis, venid a mí”. Nos llamamos los despreciados y desechados, como lo fue Jesucristo en su minuto. Nosotros también nos sentimos así por el rechazo de la sociedad, por eso él nos entiende. Detrás de un dark, de un trash, etcétera, hay un problema que lo conduce a alejarse, alcoholizarse, drogarse, a vivir en la violencia, a cortar la relación con sus padres. Acá se hace todo con amor, mostramos la otra careta de la juventud y vacilamos sin aditivos, sin algo plástico creado por el hombre.
Y ya lleva más de cuatro años en esto. Recogiendo almas descarriadas, renovándolas. Ahora piensa crear una sede para el movimiento en Curicó, donde las autoridades lo acogieron con los brazos abiertos. Sólo está a la espera de que el Señor le señale un pastor, quien será el escogido para guiar a los curicanos.
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